¡¡¡Cuántos problemas tuvo Joana hasta que consiguió los cabeceros personalizados para la habitación de sus hijos!!!
Sus hijos son ya adolescentes y las habitaciones se habían quedado algo infantiles. Seguidamente pensó que era el momento de hacer cambios y decidió hablar con ellos para saber sus gustos y preferencias acerca del mobiliario, la pintura y la decoración en general.
Uno de los aspectos que los jóvenes querían cambiar fue el cabecero de su cama. Pero no sabían qué escoger.
Querían algo distinto, un cabecero personalizado. Pero no tenían ni idea realmente de cómo lo querían. Y esto suele ocurrir con bastante frecuencia.
Joana estuvo mirando y mirando en tiendas de muebles, revistas de decoración… Me contó que le acompañaban sus hijos en la mayoría de las ocasiones y no encontraban nada que les «atrapara».
Al final dio con mi tienda online de cuadros decorativos. Concretamente se inspiró en esta obra, se lo comentó a sus hijos y después de su aprobación contactó conmigo.
Cuando hablamos entendí su frustración, pero también detecté alivio.
Me indicaron las medidas e incluso la alternancia de colores tal y como puedes apreciar en uno de los cabeceros (blanco y wengué).
Y una vez terminados, Joana avisó a un amigo para que los instalara. Para cuando llegaron los chicos la sorpresa fue impresionante.
Si estás pensando en un proyecto decorativo personal para un hotel, casa rural, oficina o vivienda, quizás quieras utilizar el formulario de contacto para comentarme tu idea.