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Las personas que NO siguen tendencias decorativas que te esclavizan ni modas aburridas, disfrutan de cuadros «raros» de madera como estos.

Nadie más los hace en España

Más abajo te diré quién hace estos cuadros «raros».

 

Pero ahora te diré que tengo el convencimiento de que mucha gente no disfruta de la decoración de las paredes en sus casas.

 

Están descontentas porque desean alternativas decorativas distintas que reflejen su personalidad, pero lo único que encuentran en las tiendas habituales y revistas es siempre lo mismo: decoración fabricada en serie por una cadena comercial sin el alma y la creatividad del artista, tendencias que hoy están y mañana no… 

 

Se sienten manejadas, como si fueran monigotes, por los que imponen modas decorativas pasajeras que transmiten menos emociones que una canción de reggaeton.

Esos mismos que dicen que cambies el color de las habitaciones cada año. Y esos mismos que te proponen decoraciones tipo enjambre en donde una pared es invadida por “miles” de cuadros de diferentes tamaños.

 

Hace no mucho un cliente me contó que llevaba 11 años con la pared del cabecero de su habitación de matrimonio vacía, porque no encontraba nada con verdadero significado para ellos. Una de mis obras le causó el siguiente impacto:

“…es precisamente una obra que emociona. Según la vi me enamoró. Me transmite alegría y pasión…”

 

Muchas son las personas que buscan y buscan pero no encuentran

 

Una vez que se sienten aburridas, agotadas y decepcionadas, deciden comprar cualquier cosa, pero sin estar convencidas. Y cuando llegan a casa se lamentan por ello. Han perdido dinero, tiempo e ilusiones. Y eso produce una desagradable sensación de vacío y escozor.

 

Sé que esto ocurre con bastante frecuencia

 

Por estos motivos y otros que luego te hablaré, mi tienda podría interesarte… 

 

Hay quien dice que mis cuadros son «raros»…

 

En una feria en la que participé me visitó un escultor con su mujer. Él conocía mi obra pero ella no y en un momento dijo lo siguiente, dirigiéndose a su marido. 

 

“Me habías dicho que hacía cuadros un poco raros… pues no me lo parece”.

 

Noté en él cierta incomodidad pero yo me reí por ese arranque de espontaneidad.

 

Puedo asegurarte que es infinitamente más raro encontrar a una persona leyendo en el transporte público. Y si se trata de un libro en formato papel ni te cuento…

 

Te diré también que se consideró raro e insólito en los años 70 que una canción durase más de 3 minutos. Y el tema “Bohemian Rhapsody“ de Queen consiguió un éxito incomparable con sus 6 minutos de puro arte.

 

No me importa que los califiquen como cuadros raros. Porque…

 

…lo raro es sinónimo de escasez, distinción, peculiar, extraordinario, único, diferente, entretenido… Todo lo contrario de monótono y aburrido.

 

Además, todo aquello que te diferencia te hace más atractivo.

 

… y no gusto a todo el mundo

 

Y así debe ser, porque no soy una croqueta ni una tortilla de patatas. 

 

Verás… En una ocasión entregué una obra en Madrid a quien me la había encargado. Era un cuadro decorativo de madera grande (180 x 80 cm y 16 kilos).

 

En su casa me esperaba él y un amigo suyo que le ayudaría a colocarla en la pared del salón, sobre el sofá. José, que así se llama, estaba muy emocionado. En éxtasis cuando la vio colocada. No encontraba las palabras para describir lo que sentía.

 

—¿Qué te parece? —le preguntó al amigo.

—Cuatro astillas pegadas —le respondió mientras torcía la mandíbula a la vez que meneaba la cabeza.

 

Hay quien piensa que lo que hago carece de valor artístico o decorativo por reutilizar la madera. Todo es respetable, pero también te diré que Antoni Tàpies utilizaba materiales de reciclaje en sus creaciones, además se sabe que importantes obras de Van Gogh fueron creadas sobre tela de saco. Y Picasso utilizó diversos materiales no pictóricos para crear algunas de sus obras. 

 

No es necesario entender de arte. Yo entiendo lo justo. Pero sí entiendo de  emocionar y hacer sentir. Eso es todo… y mucho.

 

Hace unos años alquilé una vivienda a una pareja con dos pequeñajos. Me pidieron permiso para cambiar la decoración de la casa y accedí a ello.

 

Lo cambiaron todo a excepción de un elemento. 

 

Un cuadro decorativo de madera reciclada que presidía el salón. Jamás habían visto nada parecido y les llamó enormemente la atención.

 

Lo miraron un rato e incluso lo tocaron. Sonrisas, gestos de complicidad en la mirada… Fue ”indultado” y decidieron que debía permanecer en la casa.

 

Cuando le pregunté a ella el motivo, sonrió y sin responder a la pregunta me dijo: “esto se queda”. Fue un gesto de orgullo y distinción. El cuadro les hechizó.

 

*******

 

¿Recuerdas la escena del tocadiscos de la película Cadena Perpetua de Tim Robbins (Andy Dufresne) y Morgan Freeman (Red)?

 

Andy recibe una caja con discos y coloca uno de ópera en el tocadiscos para escucharlo. La escena transcurre en el despacho del alcaide.

 

En un momento decide acercar un micrófono al aparato y conectar los amplificadores de los altavoces para que la música se escuche en toda la prisión.

 

De repente, los reclusos que se encontraban en el patio se detienen como hipnotizados y dirigen la mirada hacia los altavoces. Una mirada de extrañeza pero también de paz, de placer, de libertad.

 

Red, quien también es el narrador, dice:

 

“No tengo ni la más remota idea de qué coño cantaban aquellas dos italianas, y lo cierto es que no quiero saberlo… Las cosas buenas no hace falta entenderlas”.

Para quién NO trabajo

 

  • Para todos aquellos que tienen prejuicios porque consideran que “esto lo hace cualquiera” durante un fin de semana.

 

Verás, en 2021 participé en otra feria de arte en Madrid. Una tarde se acercó una crítica de arte a mi stand y me dijo “… tienes una obra muy digna, el problema es que la gente crea que es una manualidad…”

Dedicarme profesionalmente me permite desplegar talento creativo y descubrir nuevas técnicas que mejoran la calidad de mis obras. Mis clientes lo saben y lo valoran especialmente.

Todas mis obras llevan Certificado de Autenticidad. Son obras de arte decorativo.

 

  • Para los que buscan gangas y “regatean” precios. No funciono de esa manera. Mis trabajos son únicos y de calidad. Y tienen un precio único. Muy pocos artistas hacen algo parecido en el mundo y mi cliente quiere algo distinguido que tenga carácter y personalidad. Con un trato directo, honesto y cercano. Por eso acuden a mí. 

No actúo como los demás. Si yo mismo devaluo el precio de mi trabajo con ofertas del 3×2  sería vulgar y decepcionaría a mi cliente. Y mi cliente no es vulgar. Por eso…

 

… no participo en Black Friday, ni en San Valentín, ni en San Serafín.

 

  • Para todos aquellos que son esclavos de las tendencias, y quieren decorar sus hogares con urgencia para seguir una moda decorativa de consumo rápido, de usar y tirar. Mi cliente es todo lo contrario de eso

 

¿Entonces, qué beneficios te van a aportar estos cuadros?

 

  • Bienestar emocional y calidad de vida. Y eso es bueno no porque yo lo diga, sino porque la madera es un material orgánico que transmite una calidez incomparable y también aporta cercanía y sensaciones acogedoras. En definitiva, hace que nos sintamos mejor aumentando nuestra felicidad y disfrute. Y la salud emocional importa

 

Verás…

 

Hace unos años, Britta, una cliente alemana quiso hacer un regalo inolvidable y me dijo:

«…es para mi madre. Buscó un cuadro como este durante años y no lo encontró. Así que este año lo recibirá como regalo de Navidad de sus hijos.»

 

¿Te imaginas las sonrisas de felicidad, incluso lágrimas, cuando la colocaron en la pared? ¿Te imaginas el sentimiento de la madre, acercando su mano al pecho y dejando escapar un suspiro de alivio al ver cumplido su deseo después de tantos años buscando? ¿Te los imaginas reunidos en esa casa en el interior de la Selva Negra alemana disfrutando de ese y de otros momentos, todos juntos, en familia?

 

  • Exclusividad entendida desde la distinción, no del lujo. Son cuadros tan raros y extraordinariamente únicos que nadie te dirá “yo tengo uno igual”. Nadie. Te sentirás una persona especial. Además, funcionan en cualquier ambiente, rústico o moderno, y son para toda la vida. Formará parte de tu legado.

 

  • La posibilidad de personalizar tu proyecto como prefieras: medidas, tonalidades, formas… Y de trabajar juntos y disfrutar de una gran experiencia con una atención personalizada y honesta, estando informado en todo momento con imágenes del progreso de la obra.

 

  • Utilidad y valor. Te diré que un teléfono móvil lo cambias cada 2-3 años. Y estoy seguro de que si tuvieras que cambiar de casa te llevarías estos cuadros contigo para seguir disfrutando de ellos. Así es, su valor es infinitamente superior a su precio. Y por eso supone un ahorro. Un ahorro económico del que puedes disfrutar para satisfacer otros placeres como la sorpresa de un regalo o la intimidad de una cena. Si piensas que son caras te diré que a mis clientes les compensa con creces.

 

  • Son respetuosas con el medio ambiente. Y de eso te beneficias tú y también los pequeñajos de mi inquilina. Esto es indiscutible porque reutilizo la madera para crearlas.

 

  • Además las puedes oler, sentir y sobre todo tocar. Porque en el atractivo y misterioso dibujo de las vetas de la madera, es donde se dan la mano la naturaleza, la persona y el arte. Esa experiencia no la vives con una decoración fabricada en serie.

 

  • Son la excusa perfecta para reunir a su alrededor a amigos y familiares. Personas con las que compartes risas, proyectos, ilusiones, complicidad… Y sentir el orgullo de poder hacerlo en tu casa y ser admirado por ello.

 

  • Disfrutar de la tranquilidad y el alivio que supone haber encontrado algo que sólo existía en tu imaginación y que dudabas que fuera posible conseguir. Y no volver a experimentar esa tremenda decepción que aparece cuando buscas algo especial y no lo encuentras.

 

  • La seguridad de haber invertido en un valor fiable, sin duda. En una obra decorativa de calidad, que aporta distinción, respetuosa con el medio ambiente y que disfrutarás durante toda la vida.

Mi historia

 

Años atrás trabajaba en Recursos Humanos. Mi trabajo era tan aburrido que empecé a buscar alternativas. Siempre tuve inclinaciones artísticas y literarias. Y un día, por casualidad, me fijé en las obras de una artista canadiense. Eran realmente impresionantes y no había visto nada parecido. Reutilizaba la  madera para crearlas y me cautivó definitivamente. Fui investigando a la vez que practicaba, aprendía, experimentaba y me equivocaba. Así mejoraba mi técnica. 

 

Ahora disfruto haciéndolas y con ellas ayudo a las personas a mejorar un poquito sus vidas.

 

—Y eso me lo dicen sus miradas de ojos grandes.

—Sus gestos a veces materializados en abrazos.

—Sus sonrisas interminables.

—Sus comentarios de gratitud.

—Y sus silencios de orgullo y aprobación.

 

Mi nombre es Jose y ya no trabajo en Recursos Humanos.

 

Un abrazo y cuídate!!!

 

 

 

P.D.  Si te aburren los cuadros de meninas y otras «anfetaminas», a lo mejor te interesan los que yo hago. Son tan raros que lo mismo te gustan